La aventura comienza en un pueblo de Cuenca llamado Uña, un lugar mágico y con cientos de cosas para ver y descubrir. Nos sorprendió gratamente la cantidad de escenarios que componen este rincón del planeta y la variedad de especies con las que te puedes encontrar.
Consultamos varias páginas web entre ellas @wildkids y @_vayaviajecito para conocer un poco la zona, pues era la primera vez que nos hemos movido por estas coordenadas. Y la calificamos como zona de mucho interés.
Uña es un municipio de la serranía de Cuenca asentada sobre la colina que queda entre la Laguna con su mismo nombre y el río Júcar, localizado a 36 km de la capital. Hay un Centro de Interpretación donde la atención es maravillosa y el vídeo que cuenta la historia del pueblo vale la pena verlo. Una vez pasado el Centro si nos dirigimos hacia la izquierda hay un mirador a la Laguna espectacular y donde puedes fotografiar el entorno con calma y si te apetece, leer sentado en una pérgola muy bien adaptada. Y continuando por esa carretera se llega a la piscifactoría de truchas "Rincón de Uña" donde tuvimos la oportunidad de entrar justo antes de la vuelta a casa. Es interesante la visita.
Laguna de Uña
OPCIÓN A (con niños a partir de 7-8 años o a considerar. IMPORTANTE: sin Las Catedrales):
Hicimos una parada en el Mirador del Puntal de la Tola con la buena suerte de encontrar a escasos metros buitres leonados que descansaban de su vuelo postrados en la pared y esperando el momento de extender sus enormes alas.
La Raya |
Quisimos explorar un poco más y fuimos a buscar Las Catedrales. Como consejo principal es que si os atrevéis a realizarla mejor de subida que de bajada. Pero las indicaciones dejan bien claro dónde acaba el recorrido, es decir, que este trozo no entra en el planning. Nos dimos cuenta una vez allí, pues pensamos que las marcas vendrían con el GR que viene en sentido contrario, pero no. La experiencia fue increíble pero tuvimos unos segundos de tensión. Cada uno que valore sus posibilidades y su destreza 😉, pero las escaleras que se muestran en la imagen no están en buen estado.
Paramos a comer en el Arroyo de la Madera donde nos refrescamos los pies, descansamos un rato y recuperamos fuerzas para así alcanzar el último tramo. Hasta este punto se puede llegar en coche y hay parking al lado.
El resto del recorrido hasta el pueblo transcurre paralelo a la presa que lo curioso es que hay un tramo nuevo y otro sin rehabilitar y el contraste es llamativo.
Arroyo de la Madera
OPCIÓN B ( con niños a partir de 4-5 años o a considerar):
Existe la opción de subir solo a la Raya desde la Central Eléctrica junto al puente de la presa. Es más adaptado para hacerlo con niños y se hace un paseo muy agradable. Parte de un panel explicativo.
Como experiencia cabe indicar que a pesar de que fueron bastantes kilómetros caminados y varias horas invertidas, lo disfrutamos muchísimo. Como sensación, plenitud y como vivencia... sin palabras.
Para terminar el post os dejo algunas de las fotos que pude captar de los buitres. Quisieron dedicarnos un ratito de su tiempo durante el recorrido.
Maravillosos modelos: los Buitres Leonados
Que pasada de ruta y que fotazas , dos personitas incrustadas en el inmenso paraiso de la naturaleza . Me consta que existe alguna fotito divina de esta ruta y que no has adjuntado jijijiji..................
ResponderEliminarJijijiji, ¿cuál? Sí, la ruta es más que una ruta una maravillosa experiencia. Totalmente aconsejada para disfrutar un fin de semana. Mil gracias
EliminarNos apuntamos esta zona para explorarla. No la conocemos, pero tiene que ser espectacular!! Gracias por todos os consejos. Besazos familia!
ResponderEliminarOs encantará... Además se puede adaptar perfectamente a excursión en familia. Besazos
Eliminar