Termino de sacar mi aroma del aire... Quién sabe dónde tengo mi inicio y dónde podré encontrar el final... o puede ser que quiera quedarme.
Busqué mi hogar en una especie distinta a la mía quienes no se parecen en nada a mi, en lucha constante por dispersar lo ajeno a su cuerpo pero soy tan natural como el ozono.
Recorro incansable las calles de un lugar llamado mundo pero sigo sin saber si soy de él. He comenzado a descansar sobre las pisadas e incluso sobre las partículas que sobrevuelan los pulmones de los humanos.
Huelo a dolor y degusto la tristeza. Compito cada día contra las adversidades de algunos líquidos que quieren acabar conmigo... pero soy yo mismo.
Termino de quedarme aquí... Formo parte del entorno y voy creciendo en fuerza y destreza...
Estas palabras empecé a escribirlas hace algún tiempo, concretamente en mayo de 2020 sin querer continuar pues mi pensamiento optimista deseaba que todo acabara... Pero con el paso del tiempo me he dado cuenta que quizás haya que aprender a convivir con este nuevo estigma y he decidido retomar lo que a medias dejé, esperando siempre que todo salga bien. Y mi más sincero abrazo a todos aquellos que directa o indirectamente han sido visitados por este "pasajero".
Agradezco a quien ha dedicado su tiempo a escuchar los continuos cambios del texto y quien ha dado título a este breve relato, a mi fiel compañero de la vida.