29 junio 2019

CADA CUAL SU PARAÍSO...

Todo tiene su momento... 

Los senderos escarpados, las alturas indecisas, los bosques encantados y las lluvias confusas... 

Tus huellas, mis huellas...


El susurro entre las hojas de árboles inmortales, rocas envueltas por flores de aromas concentrados y un suspiro perdido en las cumbres... 

Cada anochecer, un jilguero nos dedica unas palabras que incitan al descanso. Ese maravilloso instante en el que vuelves a cerrar los ojos para poder concebir los más placenteros sueños... 

La mirada en la ventana de lo que fue o será, de un ayer y de un mañana, de algo que pudiste desear y que no concebiste tener, de unos pies que pisaron la senda y no quisieron abandonarla, de una emoción que lograste sentir y no quieres olvidar... 

El espejo del alma que registra toda imagen, dejando sinuosos reflejos enmarcados en papel, perpetuados en tu historia...

Respetando el silbido de curiosos insectos que armonizan los caminos, convirtiendo el duro ascenso en propuestas de éxito.

Todo o nada, o quizás un intermedio, hasta donde puedas alcanzar, intentando pero sin exceder los límites... 

Un paraíso en las montañas. Cuidemos nuestro entorno... Sigue soñando...