Cómo podría explicar la sensación que he sentido al coronar el Puigcampana (1408 msnm). Hacía bastante tiempo que no me enfrentaba a un reto que acumulara desnivel, dificultad y tremendas ganas.
Se acercaba un amanecer diferente pero lleno de ilusión. Un reto para nosotros que quizás para otros sea un simple paseo. El Puigcampana forma parte de la Cordillera Prebética y está ubicado en Finestrat en la provincia de Alicante. Su composición es de roca caliza, yesos y arcillas. La gran prominencia que alcanza es debido a procesos tectónicos. Es una montaña referente por su forma característica quien además abarca varias leyendas.
Una de ellas cuenta que un héroe franco llamado Roldán, comandante de Carlomagno, se enfrentó a un jefe moro en lo alto de la montaña. En un momento en el que el jefe musulmán había caído al suelo, Roldán levantó su espada , Durandarte, para acabar con el adversario. Éste esquivó el golpe, pero fue tal la fuerza con la que Roldán golpeó la montaña que cortó un trozo el cual cayó rodando hasta el mar originando lo que hoy se conoce como la isla de Benidorm y la hendidura generada en la montaña correspondería a lo conocido como El Portell. Sin duda una historia de lo más curiosa, sobre todo al observar conforme vas subiendo la morfología tan peculiar de sus paredes verticales y la leyenda con forma propia.
Decidimos subir por La Pedrera o Barranc de les Marietes en la cara sur del Puigcampana (también existe la opción de realizar la travesía por la conocida como Senda Botánica). Las indicaciones a seguir para llegar a ella son las de KM VERTICAL. Desde el inicio ya se descifraba que el recorrido sería guerrero.
Un pie en esta roca apoyando las manos para no perder el equilibrio, echando vistazos hacia atrás para admirar lo que dejábamos y valorar en cada paso a lo que nos enfrentábamos.
Tras haber avanzado algún kilómetro recuperamos energías con un espectacular paisaje verdoso generado por la multitud de vegetación que cubre las faldas del Puigcampana. Qué maravilla de lugar, qué maravilla de momento. Todavía hoy me faltan palabras para poder transmitir la plenitud que sentí.
Nos vino de cine el wikiloc que indicaba la parte derecha de la Pedrera, facilitando los pasos y evitando que las piedras cayeran a los que venían por detrás.
La subida aconsejamos realizarla con bastones y a personas que tengan como rutina habitual hacer montaña, quiero decir con ello que no sea el propósito como primer ascenso 😅. Es una subida exigente. Son unos 3 km de ascenso continuo con pendiente pronunciada y por terreno de piedra suelta, con unos 1000 m de desnivel, cifra escalofriante en tan corta distancia 😅.
En el momento en el que llegamos al collado conocido como el Bancal del Moro donde está la señal que indica que solo quedan 900 m al "Cim del Puigcampana", las emociones colorearon ese momento tan especial, incluyendo un gran respeto y tremenda admiración. Recordé en ese instante un largo pasaje de mi vida aun latente.
"Ya estamos casi, lo hemos conseguido" fue el pensamiento mutuo que tuvimos. Personas muy especiales pasaron en ese instante por mi cabeza.
Contemplando desde las alturas un mar de nubes sobre las que estábamos caminando, pudimos tocar el vértice de nuestro reto, a 1408 m de altitud dejando a nuestre derecha (mirando el mar) el Pic Prim y el Tajo de Roldán, y con unas vistas espectaculares a montañas tan emblemáticas como la Sierra de Aitana (1558 msnm), el Peñón de Ifach (332 msnm) y el Cabeçó d'Or (1209 msnm), que bien conozco y tan buenos recuerdos me traen.
Disfrutamos un ratito de tan merecida recompensa (almuerzo y calma) antes de comenzar el descenso.
Y llegó la hora de iniciar la vuelta. Para bajar optamos por la Senda Botánica, una maravilla de recorrido, el cual comienza con un poco de dificultad, convirtiéndose en una bajada bastante asequible. El inconveniente en la bajada es si te encuentras con la lluvia, como bien nos pasó. Pero simplemente hay que tomarlo con más calma para no resbalar en las piedras bien ancladas que se van encontrando. Fue entonces cuando pasamos por el Coll de Pouet y el Refugio Jose Manuel Vera el cual está un poco destartalado.
La cara norte de la montaña se encuentra repleta de árboles de hoja caduca como fresnos y arces además de carrascas y pinos. Es conveniente seguir el sendero indicado por las marcas y evitar atajos, tanto por la seguridad personal como por la conservación del ecosistema.
Una experiencia más que pasa a formar parte de nuestras vidas... ¿Cuál será la siguiente? 😉
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| A pocos metros de la cima |
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| Cima del Puigcampana |
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| Coll del Pouet |
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| Refugio Jose Manuel Vera |
Ha sido una experiencia totalmente de interacción con la naturaleza. Hemos practicado equilibrios al cruzar por los puentes artesanales que encontrábamos por el camino (en uno de ellos preferí quitarme las botas 😜). Hemos conseguido conectar con la infinidad de insectos con los que topamos. Tuvimos mucha suerte al encontrarnos con un cervatillo. Aun recuerdo ese momento tan mágico para los niños,... bueno, y para nosotros 😜. 
En esta ocasión, no pudimos acabar la excursión, pues el río llevaba bastante caudal y preferimos quedarnos a las puertas del desfiladero para disfrutar del día, si no pienso que habría sido un poco caótico. 
para los más pequeños. Aunque cabe destacar que una vez pasas el primer cruce del río, el del Barranco del Resinero, los siguientes tienen un poco más de dificultad. Pero hasta este barranco es un paseo muy agradable. También destacar que si se realiza en verano o con calor, se puede disfrutar de algún pequeño rincón para refrescarse. Y el acceso hasta el comienzo de la senda es cómodo.
