CUEVA DE LAS PALOMAS (ALBORACHE)

¿Qué habrá en una cueva? ¿Un tesoro pirata, un fantasma bueno, una "sargantina" camuflada?

Nosotros bien sabemos a lo que vamos y dónde vamos pero todas estas preguntas, y muchas más, surgen en la imaginación de los más peques. Fue una mañana maravillosa en la que se combinaron la belleza del lugar con el disfrute tan intenso de los niños. Nos sentimos en ese instante como ellos, como si fuera la primera vez que veíamos tal paisaje, y como si fuera la primera senda que hacíamos.

Es un ascenso que cuando lo comienzas a subir piensas lo duro que será bajarlo con los niños tan pequeños, pero después ellos mismos se convierten en verdaderos senderistas y sorprende lo bien que lo hacen.
La sensación de temor es inevitable 😜.

Son unos 500 m desde la explanada en la que se puede empezar la senda hasta la cascada. Hay unas señales que indican claramente el sendero. Se trata de un sendero local SL CV-31 que enlaza con uno de pequeño recorrido PR CV-192(consultar en https://www.femecv.com/senderos/sl-cv-31).




En el momento que estuvimos estaban haciendo descenso de barrancos. Fue espectacular y el mayor no paraba de hacer preguntas; la más repetida... "¿Cómo bajan?" a lo que completaba el pequeño con un "¡Pupa!!".

Hace años había estado en este lugar y lo recordaba como una sencilla balsa de agua transparente,  muy fría y que cubría mucho... En esta ocasión para mi sorpresa, he encontrado la belleza multiplicada por mil ya que esta balsa de mi recuerdo iba acompañada de una magnífica cascada, fruto de las intensas lluvias de estos últimos meses. Volveremos para ver la cara de este entorno en otra estación del año.




Sin duda, los peques se ganaron su primera chapita de senderista, casera pero hecha con mucho cariño 😍. Son unos completos campeones.