Destaca una zona rocosa muy pronunciada desde donde se puede contemplar por un lado una increíble pinada y al cruzar este roquedo, ya se puede sentir el frescor del agua del aliviadero.
Este blog es el resultado de querer transmitir y compartir con los peques de la casa nuestra afición y pasión por la naturaleza. Nada es imposible...
Raíces que brotaran quién sabe si bajo del mar o quizás son fruto de la magia.
El verde tras las lluvias del fin del verano se convierte en ocre, naranja y rojo. Se entremezclan, se asocian...
Todos ellos colorean amplios parajes inhóspitos como poblados.
Y de nuevo, el chal blanco de los tres miles, de algunos dos miles... Es calma ante ellas, curiosidad entre las cotas bajas.
Pronto llegará la noche, cual ser escondido no se sabe dónde... Y la Luna nos regalará su más bella sonrisa, sea Plena o sea Nueva... Mientras los rayos del Sol quedarán en el lado opuesto para dejar descansar a "humanos diurnos".
Soledad, que abarcas un mundo repleto de preguntas algunas sin respuesta cierta. Y cuando sacas tu aliento al exterior, solo las aves te comprenden, solo la naturaleza lo escucha.
Una caricia a aquellos que me entiendan, un susurro a quien simplemente pueda entenderme.
Quisimos buscar un lugar algo apartado de nuestra zona... Cabanes es un lugar que se encuentra dentro del Parque Natural del Desert de Les Palmes, entre Benicassim y Oropesa, pero sinceramente esta población no la conocí hasta que tuve que ir a realizar un estudio en el apeadero abandonado de Cabanes.
El recorrido es muy chulo. Nosotros lo hicimos desde una señal que indicaba Casa del Reposo Los Madroños. Durante la senda pasamos por una fuente sin agua, por tramos con arboledas espectaculares, bifurcaciones con algo de misterio, caminos estrechos entre vegetación salvaje... Y cuando llegamos a lo más alto y descubrimos las maravillosas vistas, estuvimos largo rato observando y, por supuesto, recuperando energías 😛. No llegamos hasta el castillo pues consideramos que para los peques ya había sido un gran reto llegar hasta allí. Este castillo se conoce como el castillo de los monjes guerreros pues en su momento estaba protegido por ellos. Y cuenta la historia que el Cid Campeador puso sus pies en dicho enclave.
Es un lugar desde el que disfrutar del mar y la montaña. Cerca se encuentra la Sierra de Irta que tenemos pendiente de investigar.
La distancia que se recorre son aproximadamente 4 km (I/V) con algo de desnivel, por lo que nuestra edad aconsejada es a partir de los 5-6 años, aunque en nuestro caso hemos comprobado que un peque de 3 años y medio también puede, así que como otras veces, lo dejamos a vuestra elección 😉.
De nuevo, nuestra guía ha sido el libro de "Rutas con niños en la Comunidad Valenciana" de editorial Xplora y cuyos autores son Águeda Monfort y Noel Arraiz. Mil gracias por esta guía tan completa.
Es una experiencia increíble para nosotros adentrarnos en la magia y la historia de las vías de ferrocarril, existan o no, que sean simplemente recuerdos de ese trazado... Una señal luminosa, un túnel repleto de burladeros con restos de los antiguos trenes a vapor en sus vanos, los soportes de antiguos medios de comunicación (telégrafos), tirafondos anclados entre las paredes de piedra que, la verdad, el uso no lo conocemos al 100% pero una opción pudo ser para colgar los candiles cuando caminaban los trabajadores detectando zonas con defectos... y como a nosotros nos encantan estos recorridos, podemos explicarles a los niños muchas cosas que conocemos muy bien. En el enlace que adjuntamos, podéis consultar detalles generales de la Vía Verde, así como accesos y conexiones: https://www.viasverdes.com/itinerarios/PDF/Ficha_VV_OjosNegros.pdf.