La vida te dice un día... ¿Y por qué no ahora? Y es de verdad que cambian tus hábitos, tus rutinas, tu tiempo... vamos, la vida al completo, pero no por ello se deben dejar de lado las cosas y momentos que te completan, simplemente hay que adaptarse y quizás bajar la intensidad de las experiencias en montaña o en cualquier otra disciplina. Hay gente a la que admiro que realmente vive al máximo todas las aventuras que experimenta. Cada cual, como digo siempre, conoce sus límites.
Para nosotros toda experiencia compartida y adaptada para nuestros hijos siempre es una gran aventura. Cuando eran más pequeños pensé, en algún momento, que no podría seguir llenando ese espacio tan vital para mi como es la montaña, pero conforme pasan los días o incluso las horas, lo voy viendo desde otra perspectiva más aventurera. Y ellos, de alguna forma, me dan la fuerza que necesito, ya sea con sus palabras o bien con su sonrisa infinita.
En ocasiones resulta complicado combinar trabajo y conciliación, en eso estaremos muchos de acuerdo, pero nada es imposible, es una de mis frases preferidas y confío al 100% en esas palabras. La paciencia es uno de los valores que desconocía poseer y sin duda es una de mis más gratas compañeras.
Todo es cuestión de querer disfrutar el momento y plantearse las cosas con calma, con objetivos pero no con la certeza de que vayan a ser alcanzados. De esa forma si no se llega a la cima, se aprenden a valorar muchas otras cosas.
De aquí unos años seguramente cada uno llevará su camino, o quizás sigan el nuestro,... sea cual sea la decisión que tomen, ahora podemos disfrutar al 100% con ellos y verlos experimentar y crecer con inquietudes diversas.
Nos encanta ver lo positivo de estas experiencias, en cosas sencillas como, por ejemplo, observar con calma un hormiguero, o fotografiar diferentes insectos o animales que encontramos en el camino, o compartir con nuestra mascota el almuerzo, o analizar las señales que encontramos en las sendas... Es su arte propio y único el que les lleva a valorar sus proezas y a ir avanzando paso a paso.
Inventaremos historias, descubriremos rincones mágicos y seres extraños en la naturaleza, razonaremos el porqué hay que respetar y cuidar el entorno... Los juegos son también un elemento importante a tener en cada libro de viajes y la imaginación da mucho de sí 😉.
Tan solo unas palabras de una soñadora imparable. 5 huellas y las que nos quieran acompañar.
Maravillosa excursión. Se trata de un lugar para conocer y adentrarse en su historia. Es un recorrido circular de aproximadamente 11 km que te deja boquiabierto desde el comienzo al caminar por sus estrechas calles y, sin duda, cuando llegas al embalse de aguas verdosas y que dibujan un paraje amplio y de una belleza indescriptible, también llamado el "Corazón Esmeralda del Valle de Guadalest". Esta población forma parte de la Marina Baixa y pasó a entrar en la lista de los pueblos más bonitos de España. Dejamos un enlace por si os apetece investigar un poquito más: https://guadalest.es/
Es una senda sencilla, sin dificultades apta para hacer con niños pero a partir de cierta edad pues la complicación a nuestro parecer es la distancia recorrida.
