La isla merece un paseo por sus playas, sus calas, sus puestas de sol, sus calles, su cultura, sus vistas,... Paseamos por las rocas bañadas por el oleaje escuchándolas golpear con toda su fuerza. Acariciamos la arena pura de alguna de sus calas. Ibiza en octubre, lejos del alboroto del verano, cuando el fresco susurro de la brisa marina empieza a entonar melodías.
El casco antiguo (Dalt Vila) es muy bonito... Calles estrechas y con pendiente por las que pasear y observar el estilo de las casas de fachadas blancas y sensación de calma.Se puede combinar playa y montaña, con los accesos entre la flora a las innumerables calas de la isla. Caminos por pequeños acantilados desde donde ver las puestas de Sol.

Este viaje fue casi casi un ensayo de todo lo que nos queda por vivir, porque nuestra primera aventura fue en Capileira (Sierra Nevada), a lo que siguió el Pirineo.
Feliz día lectores.
"Mira hacia delante y verás la frontera,
mira hacia atrás, hallarás la inerte silueta,
Mira tus pies y reunirás la grandeza,
mira más allá de tu agudeza...
Mira".

